Tras la realización de un aborto provocado es aconsejable un seguimiento por personal especializado, que realizará una revisión y una ecografía a los 15 días de la intervención.
En este momento se valora con la paciente el método anticonceptivo más acorde con sus circunstancias, con el fin de evitar nuevos embarazos no deseados.
Los profesionales en salud sexual y reproductiva han realizado numerosos estudios sobre los efectos psicológicos del aborto provocado. En ninguno de ellos se ha evidenciado que ante un embarazo no deseado, continuarlo o interrumpirlo, tenga consecuencias psicológicas diferentes. Por otra parte, tras una interrupción del embarazo, no suelen aparecer alteraciones psicológicas si la mujer no las presentaba antes.
Sin embargo, en todo momento los/as profesionales de los centros acreditados te facilitarán la atención psicológica que precises.