Las españolas prefieren abortar por aspiración a hacerlo con pastillas

ABORTO Informe de Acai

Las españolas prefieren abortar por aspiración a hacerlo con pastillas

  • El 80% considera el quirófano un método ‘más rápido y seguro y menos doloroso’

  • Las mujeres que optan por la vía farmacológica la ven ‘menos agresiva y traumática’

EL MUNDO.

RAFAEL J. ÁLVAREZMadrid

Ocho de cada 10 mujeres prefieren el método instrumental al farmacológico para abortar porque lo consideran «más rápido y seguro» y «menos doloroso», revelan tener menos intensidad de dolor durante el proceso y menos síntomas posteriores y presentan un menor porcentaje de complicaciones. Al otro lado, la mayoría de las que eligen la medicación para interrumpir su embarazo lo hace «por miedo a la intervención» y porque la estiman «menos agresiva y traumática» que la práctica quirúrgica.

Todas las conclusiones nacen de los datos obtenidos por un estudio de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai) sobre 1.003 casos. Mujeres que entre abril y julio de este año acudieron a alguna de las 15 clínicas de varias comunidades autónomas participantes en el estudio fueron invitadas a contestar un test sobre los factores que les empujaron a elegir el método y el grado de satisfacción una vez terminado el proceso.

Bajo la legislación española, una mujer embarazada de hasta siete semanas tiene dos vías para interrumpir su gestación: el tratamiento médico o la intervención instrumental. En el primero se utilizan dos fármacos, el Misoprostol y la pastilla Ru 486 (Mifegyne), ambos con diferentes dosis y vías de administración. El segundo es una aspiración intrauterina con bomba de vacío bajo anestesia local o general.

Tras un millar de experiencias recientes en las clínicas privadas, el titular es que la aspiración gana a la pastilla, un resultado que puede parecer viciado por la naturaleza de quien elabora el estudio. Sin embargo, Acai aclara que en su informe «no hay conflicto de intereses». «Los y las profesionales de las clínicas creen que tanto el método farmacológico como el instrumental son adecuados si la mujer así lo elige. Además, no hay interés económico a la hora de orientar a la mujer, ya que el coste económico, y por tanto la remuneración de la intervención, es igual en ambos casos».

Entre las 1.003 mujeres entrevistadas, 784 (el 78%) habían elegido el método instrumental y 219 (el 22%) el farmacológico. Para la aspiración intrauterina, una mitad escogió anestesia local paracervical y la otra distintos tipos de sedación o anestesia general.

La rapidez del método y su eficacia aparecen como las razones estrella para elegir el quirófano. Frente a las horas que deben transcurrir y la posibilidad de fallo con la farmacopea, el 71% de quienes eligen la aspiración del embrión en formación lo hace por la inmediatez y la seguridad. Un 12% de las que se inclinan por el método instrumental aduce que es menos doloroso que el otro.

Las mujeres que prefieren el quirófano (con o sin anestesia general) también dicen que no quieren tomar medicación y presuponen que los fármacos tienen efectos secundarios. Las otras citan el boca a boca también como razón para optar por la medicación.

Cuando no se trata del primer aborto, los datos del estudio marcan algo relevante: el método instrumental se repite más que el farmacológico. De las 285 mujeres que usaron la vía instrumental habiendo tenido abortos previos, el 92% repitió esa fórmula. Sólo cambió al otro método el 8%. Sin embargo, de las 69 que utilizaron la farmacológica habiendo tenido otros abortos, sólo volvió a usar esa vía el 47%. La mayoría (el 53%) cambió a la aspiración.

Entre las que se inclinaron por las pastillas, la mayoría (56%) argumentó miedo a la intervención quirúrgica y el 20% expresó que las cápsulas le parecían menos agresivas y traumáticas que la aspiración intrauterina.

El estudio, que fue presentado ayer a los profesionales médicos que participaron en la jornada El aborto seguro, una obligación moral, celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hurga incluso en la sociología. ¿Cómo son las mujeres que eligen un método u otro?

El informe concluye que la edad, el número de hijos y, en menor medida, las semanas de gestación «son determinantes para la elección del método». Así, el perfil de quien opta por la vía farmacológica es el de una mujer joven, sin hijos y con cuatro semanas de gestación.

En cambio, la mayoría de las que eligieron el método instrumental dibuja un retrato de mujer madura y con hijos, aunque en este caso es independiente de la semana de gestación. «Es significativo que a más edad y a más número de hijos las usuarias se decantan por el método instrumental».

El dolor aparece con los dos métodos. Lo sintió un 86% de las mujeres que abortó con medicación y un 82% de las que lo hicieron con aspiración. Sin embargo, la intensidad de ese dolor fue mayor (seis puntos de media) con el primer método que con el segundo (2,5). Y en los días posteriores, tuvo molestias un 68% de mujeres que habían usado el método farmacológico frente a un 51% de las que utilizaron el otro.

Otros síntomas, como náuseas, vómitos, diarreas o escalofríos, fueron citados en mayor medida -aunque escasa- por las mujeres que abortaron a través de las pastillas.

Las complicaciones (embarazo evolutivo o restos ovulares) aparecieron en un 20% de los casos de método farmacológico y en un 0,50% de las experiencias por vía instrumental.

España y la anticoncepción

El país 46. España ocupa el lugar número 46 del mundo en la clasificación del sexo seguro, según un estudio de Naciones Unidas. Es decir, en la utilización -y además adecuada- de los métodos anticonceptivos, que evitan embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Guam, Marruecos… Noruega es el país con un mayor y mejor porcentaje de uso de técnicas anticonceptivas. Le siguen Portugal, República Checa o China. En la tabla de Naciones Unidas, por encima de España aparecen Alemania, Guam, Marruecos o Moldavia. Y por detrás, Bután o Ucrania. Sólo un 22%. Un estudio de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) indica que la píldora anticonceptiva clásica, el anillo vaginal o el parche dérmico son utilizados por el 22% de las mujeres en edad fértil y reproductiva. El porcentaje es mucho menor que en los dos países limítrofes con España: en Francia su uso alcanza al 40% de mujeres y en Portugal al 60%.
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