Las clínicas desmontan el mito del PP sobre el aborto: solo 5 menores no informaron a sus padres

Las clínicas desmontan el mito del PP sobre el aborto: solo 5 menores no informaron a sus padres

La asociación de centros acreditados asegura que el número es tan minoritario que no justifica ningún cambio legal

Sábado15 de noviembre de 2014

ASTURIAS. 24 HORAS.

Pablo ZariquieguiPablo Zariquiegui

@pablozari

Los hechos son tozudos y se empeñan, sin embargo, en demostrar lo contrario. El aborto entre adolescentes es, pese a los falsos tópicos, menor en España que en los países de su entorno europeo. Y el número de menores, de entre 16 y 17 años, que se acogen a la ley del aborto sin comunicar su decisión a sus padres es absolutamente residual. Así lo recoge un estudio realizado por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupición Voluntaria del Embarazo (Acai).

El informe se apoya en los datos. Acai ha recogido en un estudio estadístico todos los abortos realizados en sus clínicas entre enero y septiembre de este año. Han sido en total 25.394. De todos ellos, 913 se han practicado en mujeres de entre 16 y 17 años. Y solo en 113 casos no ha habido conocimiento paterno.

DATOS DE ASTURIAS

Las cifras de Asturias son muy similares. Blanca Cañedo, vocal y tesorera de Acai, indica que el número de adolescentes que se acogen al aborto sin informar a sus progenitores es «absolutamente minoritario» y «siempre está justificado». De las 62 mujeres de entre 16 y 17 años que abortaron en Asturias en el periodo objeto de estudio, solo cinco ocultaron su decisión a sus padres o tutores.

El informe de la asociación, en la que están representadas las clínicas asturianas Belladona, Sirona y Buenavista, permite establecer, al menos, tres conclusiones:

  • El número de menores, de 16 y 17 años, que abortan en España y el número de quienes no informan a sus padres permanece estable en el tiempo. No se ha incrementado.
  • Casi nueve de cada diez mujeres de entre 16 y 17 años que acceden a la interrupción del embarazo lo hacen con conocimiento paterno en España.
  • El 10% restante esgrime razones de peso para ocultar la información: desamparo familiar, familias desestructuradas, progenitores en prisión, riesgo de sufrir malos tratos, padres con residencia en el extranjero, enfermedad de los progenitores, padres abiertamente ideologizados contra el aborto…

Acai destaca que, tras la retirada del anteproyecto de ley de Gallardón, se abre un «nuevo periodo de incertidumbre» dado que el destino de la conocida como Ley Zapatero queda en manos de la voluntad del Gobierno central y de la mayoría conservadora del Tribunal Constitucional. El Ejecutivo de Rajoy ha anunciado ya su intención de modificar la norma para impedir que las adolescentes de entre 16 y 17 años aborten sin conocimiento de sus padres.

La asociación de clínicas apunta en su informe que esta modificación legal, fruto de una «interpretación ideologizada» de la ley, aborda a las menores a una situación, cuando menos, peligrosa que puede conllevar incluso un aumento del aborto clandestino.

El estudio realizado por Acai recoge también algunas observaciones y recomendaciones para los políticos:

Tal y como informa la asociación Salud y Familia en el trabajo titulado Impacto de una reforma legal restrictiva del aborto en España, antes de los 19 años más del 69% de las chicas y del 71% de los chicos han iniciado ya su actividad sexual. Un 40% de ellos lo han hecho además sin utilizar métodos anticonceptivos. La asociación recomienda, por lo tanto, potenciar la parte de la Ley Zapatero que incide sobre la educación sexual.

Acai subraya también que, cuanto más precarias son las condiciones sociales y económicas de las mujeres jóvenes, menos atención prestan a la anticoncepción y más posibilidades tienen de quedarse embarazadas contra su voluntad. Acai solicita para evitarlo estrategias de atención específicas para el colectivo de mujeres en riesgo de exclusión social o económica.

Por último, la asociación considera que, de producirse un cambio en la norma para obligar a las menores, de entre 16 y 17 años,  a informar a sus padres, «dejaríamos de ofrecer una salida» a estas jóvenes y «pondríamos en riesgo su propia salud».

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