El año pasado el número de interrupciones voluntarias del embarazo descendió un 13%, según los datos provisionales recopilados por la Cadena SER correspondientes a catorce comunidades autónomas. Estos datos confirman la tendencia a la baja en el número de abortos desde que entró en vigor la ley de 2010 que reconoce el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad en las primeras 14 semanas de gestación, una ley que acaba de ser modificada por el gobierno del PP para obligar a las menores de 16 y 17 años que quieran interrumpir su embarazo a contar con el permiso de sus padres.

En opinión de Francisca García, presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción voluntaria del embarazo, el enorme descenso de abortos que parecen indicar los datos recopilados del 2014 tiene que ver con una suma de factores. “Las leyes no hacen subir y bajar el número de abortos, las leyes permisivas, como la nuestra, en la que la mujer decide sobre un hecho clave en su vida, contempla medidas preventivas que el gobierno del PP no ha puesto en práctica, sino todo lo contrario. La cifra ha bajado porque ha disminuido la población en edad reproductiva, porque hay menos mujeres inmigrantes y porque muchas jóvenes, al no tener trabajo, han emigrado. La sociedad civil, además, es más responsable en su salud reproductiva y sexual”. Francisca García ha señalado, además, que aunque la ley en vigor permite el aborto hasta la semana número 14, el 90 por ciento de las interrupciones del embarazo se registran antes de la semana 12 y el 80 por ciento, antes de la semana 8. “Es la ventaja de leyes como la nuestra, que favorece el acceso de las mujeres a este derecho”.